David Briceño Abraham de Jesús

El Dengue


El Dengue

Prof. María G. Guzmán

Introducción.
Desde finales del siglo pasado, el mundo ha enfrentado el resurgimiento y surgimiento de muchas enfermedades infecciosas siendo el Dengue una de las de mayor importancia en términos de morbilidad y mortalidad. Esta enfermedad fue descrita desde 1779-1780 sin embargo existen evidencias de que una enfermedad similar ocurrió en otros continentes.
La Fiebre del Dengue (FD) y su forma severa, la Fiebre Hemorrágica del Dengue/Síndrome de Choque del Dengue (FHD/SCD) constituyen en la actualidad la principal enfermedad viral transmitida por artrópodos en términos de mortalidad y morbilidad. En las últimas décadas hemos asistido al incremento en el número de casos y epidemias de dengue y dengue hemorrágico en el mundo y principalmente en la región de las Américas.
Concepto.
El dengue es una enfermedad infecciosa  causada por cualquiera de los 4 serotipos del Complejo Dengue, que se trasmite al hombre a través de la picada de un  mosquito
del género Aedes, dando lugar a la
infección.    El espectro de la enfermedad varía desde una infección inaparente, una enfermedad ligera hasta la forma severa y a menudo fatal, la FHD/SCD.
El agente.                        

Cuatro virus, los serotipos dengue 1, 2, 3 y 4 (Den1-4), clasificados en un complejo antigénico del género flavivirus de la familia flaviviridae son los agentes etiológicos de esta enfermedad. Estos agentes esféricos, de 40-50nm de diámetro tienen una envoltura lipídica y su genoma de aproximadamente 11kb está constituido por una cadena simple de ARN de  polaridad positiva el cual codifica para tres proteínas estructurales (cápside, C, membrana, M,  y envoltura, E) y para 7 proteínas no estructurales (NS1, NS2a, NS2b, NS3, NS4a, NS4b, NS5).
Las principales propiedades biológicas del virus están localizadas en la proteína de envoltura E incluyendo el enlace al receptor, hemaglutinación de los eritrocitos, inducción de anticuerpos neutralizantes y de inmunidad protectora.
Modo de transmisión.
El dengue se transmite al hombre a través de la picada del mosquito Aedes aegypti. Después de un período de incubación extrínseca durante el cual el mosquito queda infestado de por vida, es capaz de transmitir la infección a otro individuo susceptible.
Aedes aegypti es el principal vector de la enfermedad. Este mosquito marcadamente antropofílico, sigue al hombre en sus actividades. La hembra del mosquito, puede vivir hasta 30 días,  período durante el cual realizará 10 ciclos gonadotróficos y podrá picar a decenas de personas y poner cientos de huevos con la capacidad de transmitir el dengue. Los huevos del mosquitos son extremadamente resistentes a la desecación y sus larvas, se desarrollan en agua limpia.
Aedes albpictus, otro de los vectores de dengue, es también antropofílico, aunque puede alimentarse de aves y mamíferos. Este mosquito explota ambientes rurales y urbanos y aunque relacionado a epidemias de dengue en el Sudeste asiático, hasta el momento no se ha invocado como vector transmisor de esta enfermedad en la región de las Américas.
Situación mundial.
La FD y la FHD/SCD constituyen problemas crecientes de salud en el mundo tropical y subtropical. En los últimos años se ha observado la expansión geográfica de la enfermedad, el incremento de epidemias y países afectados, el incremento en la hiperendemicidad y la emergencia del cuadro severo de la enfermedad, la FHD/SCD.
El dengue se ha reconocido en mas de 100 países y 2.5 billones de personas viven en áreas donde la enfermedad es endémica. Se estima que anualmente se producen entre 50-100 millones de casos de FD y varios miles de casos de FHD/SCD. La enfermedad es endémica en las Américas, Sudeste Asiático, Pacífico Occidental y Africa. Cuando se analiza la distribución mundial de los serotipos del virus, se observa el incremento en la co-circulación de varios serotipos virales en los últimos años. Hoy prácticamente todas las regiones tropicales del mundo reportan la ciruclación de los cuatro serotipos del virus.
Aproximadamente entre 250,000 a 500,000 casos de FHD se notifican anualmente aunque la verdadera incidencia de la enfermedad no se conoce. En 1998, 1.2 millones de casos de dengue y FHD fueron reportados oficialmente a la OMS incluyendo 3442 fallecidos. La tasa de mortalidad varia de 0.5% a 3.5% en los países del sudeste asiático.
La región de las Américas ejemplifica la emergencia de esta enfermedad observandose un incremento del reporte de casos y epidemias de FD y de FHD y la circulación de los cuatro serotipos en un elevado número de países en las últimas décadas. Particularmente en el año 2002, se reportaron por primera vez mas de un millón de casos de dengue con mas de 14,000 casos de FHD. Se considera que esta región está siguiendo los pasos de lo ocurrido en el Sudeste asiático en la década de los años 50 cuando se reconoció por primera vez la forma severa de la enfermedad, el dengue hemorrágico. Actualmente sólo Cuba, Chile, Uruguay y Gran Caimán estan libres de dengue.
Particularmente en el caso de nuestro país, se han producido 5 epidemias. La primera en 1977, se caracterizó por el cuadro de FD con mas de 500,000 reportes. Posteriormente, en 1981, se produce la primera epidemia de FHD en esta región, con mas de 400,000 casos, 10,000 casos de FHD y 158 fallecidos, de ellos 101 niños. Esta epidemia estuvo causada por el dengue 2 y la anterior por el virus dengue 1. Después de 16 años sin circulación viral, en 1997 se produce un brote de 3012 casos en el municipio de Santiago de Cuba reportandose en ese momento 205 casos de FHD, todos adultos. Esta epidemia se elimina y en el 2000 se reporta un pequeño brote en Ciudad Habana con 138 casos (todos de FD) causado por los serotipos 3 y 4. Este brote es rapidamente eliminado y en junio del 2001 hasta febrero del 2002 se reporta un brote causado por el virus dengue 3 que produjo 14443 casos de ellos, 12889 en Ciudad Habana. En este brote se reportaron 81 enfermos de FHD/SCD todos en adultos. Esta epidemia fue controlada y desde ese momento Cuba no reporta circulación de estos virus.
Un aspecto de gran importancia en las epidemias de dengue es el impacto económico de las mismas. En el caso particular de nuestro país, los estudios realizados han demostrado que la epidemia de 1981 costó en términos económicos 103 millones de dólares y la de Santiago de Cuba 10 millones de dólares
Factores de emergencia de la enfermedad
El incremento en la densidad y distribución geográfica del vector y en la transmisión del agente son los factores directamente responsables de la emergencia y re-emergencia de la entidad. El primero está muy influenciado por los cambios demográficos globales y la urbanización no planificada que resulta en condiciones de vivienda por debajo del standard de vida con un suministro inadecuado de agua y de los sistemas de manejo de residuales. El deterioro de los sistemas de salud y de los programas de control del vector en la mayoría de los países endémicos influye negativamente en la situación epidemiológica de esta enfermedad.
La región de las Américas es posiblemente el mejor ejemplo de esta situación, a finales de los años 40 se desarrolló la campaña de erradicación de Aedes aegypti y  casi el 70% lograron la erradicación. En los años 60 y 70 países de centro-america y sudamerica comenzaron a reinfestarse. Hoy, solo unos pocos países están libres del vector.
El incremento en los viajes aéreos permite el movimiento de los serotipos virales, cepas y genotipos de una región a otra. Individuos en fase virémica son capaces de introducir un nuevo virus en una población susceptible. Un ejemplo de esta situación ocurrió en la región de las Américas cuando en 1994 se detectó la reintroducción del virus dengue 3 después de 17 años de ausencia.
En general los factores que favorecen el contacto entre el vector y el hombre iunfluyen en el incremento en la transmisión del dengue. Otros factores como los cambios climáticos y la evolución viral también pueden influir. 
Los factores macrodeterminantes de la transmisión del dengue se clasifican en ambientales (latitud, humedad relativa, temperatura, otros), sociales (densidad de población, características de las viviendas, abastecimiento de agua, entre otros) y estado socioeconómico de la población. Entre los factores microdeterminantes se destacan los dependientes del individuo, del agente y los relativos al vector (densidad de hembras adultas, frecuencia de alimentación, abundancia del vector etc).
En general la transmisión de dengue es un fenómeno complejo donde los factores mencionados anteriormente están involucrados sin embargo las condiciones de vida y particularmente la pobreza y las inequidades sociales constituyen un fondo común
Cuadro clínico
La mayoría de las infecciones de dengue son asintomáticas o muy ligeras caracterizadas por fiebre indiferenciada con o sin rash principalmente en niños e infantes. Los niños mayorcitos y los adultos pueden desarrollar una enfermedad febril ligera o el cuadro típico de la FD caracterizada por fiebre elevada, cefalea severa, mialgia, artralgia, dolor retrorbital y rash maculopapular. Algunos pacientes muestran petequias, equímosis o una prueba del torniquete positiva. En algunos casos puede observarse trombocitopenia.
La extravasación de líquidos es el hecho patofisiológico principal de la FHD/SCD y lo diferencia de la FD. Se caracteriza por fiebre elevada, sangramientos, trombocitopenia de menos de 100,000 plaquetas/ml y hemoconcentración (incremento del hematocrito en mas del 20%). Después de 3-4 días de comienzo de la fiebre pueden observarse petequias, equímosis, epistaxis, hemorragia gingival y gastrointestinal. Son comunes la efusión pleural, ascitis e hiponatremia. Algunos pacientes evolucionan al fallo circulatorio (choque por dengue) presentando pulso débil y rápido, estrechamiento de la presión del pulso o hipotensión, piel fría y sudorosa y estado mental alterado.  La enfermedad se clasifica en cuatro grados de severidad, siendo los grados I y II los mas ligeros y los grados III y IV los severos, estos últimos caracterizados por la presencia de choque.
Aunque no hay un tratamiento antiviral específico, los pacientes usualmente se recuperan después de una terapeutica de soporte temprana  con fluidos y electrolitos.
Por qué el Dengue Hemorrágico?
Dos hipótesis principales han sido planteadas para explicar el desarrollo del dengue hemorrágico. La primera plantea que el DH se observa en individuos que sufren una segunda infección por otro serotipo del virus dengue y la segunda plantea que el DH se asocia a cepas virales de mayor virulencia.
Los primeros estudios realizados en Tailandia en los años 60 demostraron la asociación epidemiológica del DH con el desarrollo de una segunda infección. Hoy se reconoce que el dengue hemorrágico ocurre como consecuencia de un mecanismo complejo donde el virus, el hombre y su respuesta inmune interactúan par dar la enfermedad severa en un 2-4% de los individuos con una infección secundaria.
Los estudios realizados en Cuba durante las epidemias de 1981, 1997 y 2001-02 demuestran la asociación del DH con la infección secundaria.
Investigadores cubanos plantearon desde el año 1987, una nueva hipótesis para explicar el desarrollo del DH. Esta hipótesis integra factores dependientes del individuo, el virus, y factores epidemiológicos los que determinan que se produzca una epidemia de FHD
La elevada densidad del vector, una elevada circulación viral y una población susceptible a riesgo de desarrollar una infección secundaria son factores necesarios para que se produzca un elevado número de casos de FHD. En general los factores epidemiológicos y virales son los determinantes para que se produzca una epidemia. Los factores individuales como sexo, edad, raza, enfermedades crónicas son factores predisponentes que hacen que la enfermedad sea mas frecuente en un grupo racial o a determinada edad. Sin embargo la existencia de anticuerpos de una primera infección es el factor de riesgo individual principal para el desarrollo de la forma severa de la enfermedad. 
Los factores individuales determinan que la enfermedad se produzca en un determinado individuo en una población en específico. La presencia o ausencia de estos factores individuales en el contexto de los factores epidemiológicos y virales determinan que no todas las personas con una infección secundaria presentan el cuadro severo de la enfermedad. 
Se plantea que el nivel de anticuerpos determina que se produzca un mayor o menor número de células infectadas durante una infección. Los epitopes presentes en la proteína de la envoltura son capaces de inducir la formación de anticuerpos homologos y heterologos neutralizantes. Los individuos infectados con un serotipo mantienen inmunidad protectora de larga duración frente al mismo serotipo pero la inmunidad heterologa es de corta duración. Se especula que los anticuerpos neutralizantes modulan la severidad de la infección. Durante la infección secundaria, la presencia de pequeñas cantidades de anticuerpos neutralizantes heterotípicos puede prevenir la enfermedad severa, por el contrario cuando los anticuerpos neutralizantes no estan presentes, los anticuerpos heterotípicos forman inmunocomplejos virus-anticuerpos los cuales infectan las células mononuclares fagocíticas con una eficiencia incrementada trayendo como consecuencia un mayor número de células infectadas y una mayor cantidad de virus. Este fenómeno se ha llamado amplificación dependiente de anticuerpos (ADE). Los viriones del virus y las inmunoglobulinas IgG al virus dengue forman complejos virus-anticuerpos que se enlazan al receptor Fc de las celulas portadoras de Fc a través del fragmento Fg de la inmunoglobulina facilitando la entrada del virus a la células y aumentando la infección celular. 
Los niños tienen un mayor riesgo de desarrollar el DH que los adultos lo que ha sido reportado principalmente en el Sudeste asiático y Pacífico occidental. Estos estudios demostraron que la edad para el desarrollo de la FHD era bimodal con dos picos de severidad, a los 7 meses de edad y en las edades de 3-5 años. La FHD/SCD ocurre en niños menores de un año con anticuerpos a dengue transmitidos por via placentaria quienes se infectan posteriormente con el virus. En general, los niños menores de un año desarrollan el DH en el curso de una infección primaria. Estos niños son hijos de madres inmunes a dengue. Por otra parte, los niños de 3-5 años desarrollan DH en el curso de una infección seucndaria.
Aparentemente, no existe un límite en la sensibilización para el desarrollo de la FHD depués de la infección primaria. Las epidemias cubanas de 1997 y 2001 causadas por los virus dengue 2 y dengue 3 demuestran claramente que el dengue hemorrágico puede ocurrir después de mas de 20 años de la infección primaria. 
Ademas de la infección secundaria, las enfermedades crónicas como asma bronquial y diabetes se han sugerido como factores de riesgo de DH. Finalmente los blancos tienen un mayor riesgo de desarrollo de DH que los negros.
Los anticuerpos neutralizantes son factores claves en el desarrollo de la forma severa de la enfermedad, no obstante la respuesta inmune celular parece también jugar un papel importante. Se ha demostrado que después de una infección por dengue se producen linfocitos T de memoria serotipo-específico y serotipo-cruzado y se hipotetiza que durante una infección secundaria, se produce una activación de células T en su interacción con los monocitos infectados. Observaciones recientes indican una activación masiva de las células T en el curso del dengue hemorrágico, fenómeno que pudiera explicar total o parcialmente el mecanismo de permeabilidad vascular debido a la liberación de citoquinas y mediadores químicos por la lisis de las células infectadas.  Varios autores han planteado que la transición de una respuesta TH1 a TH2 caracteriza la forma severa de la enfermedad.
Probablemente existen varios mecanismos para que se produzca la liberación de moleculas vasoactivas que traen como consecuencia el incremento en la permeabilidad vascular. Los virus dengue posiblemente a traves de un mecanismo indirecto mas que directo podrian mediar la activacion del endotelio vascular.Los monocitos infectados por virus dengue en condiciones de ADE generan factores solubles que pueden activar las células endoteliales a través de la expresión de moléculas de adhesión como VCAM-1y ICAM-1. A su vez, niveles elevados de TNF α (inducido por los monocitos infectados y la activación de las células T o ambos) pudieran ser responsables en parte del daño vascular transitorio.  Aún mas, el TNF α es un inductor potente de IL-6 que puede estar relacionado a la hemorragia y al choque. El papel del TNFα en la patogenesis de la enfermedad es crítico y probablemente inicia una serie de procesos que llevan al incremento de la permeabilidad vascular y la hemorragia. Otros autores han demostrado mediante estudios in vitro que las células de la línea mastocito/basófilos son permisivas a la replicación del virus dengue con la producción de partículas virales y citoquinas vasoactivas. Aún mas, se ha demostrado que los complejos antigeno-anticuerpos son mucho mas potentes que el virus sólo para inducir la activación de estas células.  Finalmente también se ha demostrado la liberación de IL-6 y IL-1β, citoquinas capaces de activar las células endoteliales modulando la expresión de las moléculas de adhesión y alterando la morfología de las células endoteliales. 
La activación del complemento como resultado de inmunocomplejos (virus-anticuerpo) o por la activación inmune y producción de citoquinas puede también estar involucrada en el mecanismo de permeabilidad vascular.
La hemorragia pue3de deberse a varios factores como vasculopatía, trombocitopenia, disfunción de las plaquetas y deficiencia del complejo de protombina. No obstante no se conocen bien los mecanismos que conducen a la misma. Se ha demostrado la presencia de anticuerpos al virus dengue potencialmente cros-reactivos con el plasminogeno. El incremento en la destrucción o disminución en la producción de las plaquetas puede resultar en la trombocitopenia. Se han detectado complejos virus-anticuerpos en la superficie plaquetaria en pacientes con DH sugiriendo un rol inmune en la destrucción de las plaquetas.  La liberación de elevados niveles de PAF por monocitos infectados mediante el mecanismos de ADE pudieran explicar la hemorragia teniendo en cuenta que el PAF induce el consumo de plaquetas y aumenta la adhesión de las células endoteliales conduciendo a la trombocitopenia. El incremento del enlace de las plaquetas a las céluLAS endoteliales infectadas por el virus dengue se ha sugerido también como un mecanismo responsable de la trombocitopenia. Recientemente se ha demostrado la presencia de anticuerpos IgM en el suero de pacientes de DH que son cross-reactivos con las plaquetas. Estos autoanticuerpos fueron capaces de llevar a la lisis plaquetaria y pudieran estar involucrados en la patogenesis de la enfermedad.
No se conoce exactamente cuales factores dependientes del individuo o del virus determinan que un individuo desarrolle o no la forma severa de la enfermedad.
Estudios mediante secuenciación nucleotídica han demostrado que existen mutaciones de importancia para la atenuación viral. Se ha demostrado la existencia de varios genotipos del virus dengue 2 de los cuales el genotipo asiático se ha asociado a la forma severa de la enfermedad  mientras que el genotipo americano no.
Una relación similar para los genotipos del virus dengue 3 está siendo observada. El significado de la variación genética de los genotipos virales pudiera ser responsable de diferencias en las interacciones del virus con los macrófagos y sugerir que ciertas cepas son mas virulentas que otras. Está por determinar las implicaciones que los cambios genéticos tienen sobre el desarrollo de las epidemias y de la severidad de la enfermedad aunque hay evidencias de que los bajos niveles de viremia se asocian a una infección moderada por virus dengue.
 Además de la cepa y el serotipo viral como factores de interés que determinan la magnitud y severidad de una epidemia, la secuencia de infección es tambien de importancia. Aún cuando los 4 serotipos virales son capaces de inducir el desarrollo de la FHD , los tipos 2 y 3 son los que frecuentemente se asocian al DH. Por otra parte la secuencia de infección, dengue 1 seguida de dengue 2 se ha asociado a epidemias de FHD.   Finalmente, la posibilidad de que se produzcan mutantes de escape es otro factor que añade una mayor complejidad al fenómeno. Se ha propuesto que los virus dengue que escapan a la neutralización heterotípica están libres y pueden interactuar con los anticuerpos amplificadores presentes en un nuevo hospedero inmune. Este hecho pudiera explicar el incremento en sveridad observado en el transcurso de varias epidemias de dengue.
Un aspecto de gran importancia es la célula donde el virus se replica. Las células de la línea monocito/macrófagos se consideran las células dianas de la infección. El antígeno viral se ha detectado en las células de Kuffer, macrófagos alveolares, fagocitos monocucleares,  monocitos circulantes etc. Los virus dengue se han aislado o detectado en diferentes organos como nódulos linfoides, hígado, bazo, riñones, cerebro.  Tanto las células efectoras inmunes como monocitos, linfocitos T y las no inmunes como hepatocitos, células endoteliales y celulas en el cerebro han sido reportadas como hospederas potenciales. Las células de Langerhans y las dendríticas pudieran ser dianas para la replicación del dengue y jugar un papel de gran importancia en la patogenia de la infección a través de un incremento en la producción de virus y la activación celular.
 Diagnóstico de laboratorio
 Una vez que un individuo es infectado, se produce un periodo de incubación intrínseca de aproximadamente 7-10 días. El virus está presente en la sangre dos-tres  días antes del comienzo de la fiebre hasta 5-6 días después. En este periodo, puede realizarse el aislamiento viral utilizando cultivos celulares de células de mosquito Aedes albopictus (C636) o Aedes pseudoscutellaris (AP61) los cuales se inoculan con el suero del paciente. La técnica de inmunofluorescencia indirecta utilizando anticuerpos monoclonales específicos de serotipo permiten la identificación del serotipo. La técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) permite la detección del genoma viral y su identificación en serotipos utilizando tanto suero, tejidos, larvas o mosquitos adultos.
Para el diagnóstico serológico se emplean principalmente los métodos inmunoenzimáticos que permiten la detección de anticuerpos IgM indicativos de infección reciente o niveles elevados de inmunoglobulinas totales sugestivos de una infección reciente o seroconversión o incremento en 4 veces o mas del título de anticuerpos cuando se emplean muestras pareadas.
Control del dengue.
El control de la enfermedad depende del control del vector debido a que no existe en la actualidad una vacuna disponible. Una vacuna debe brindar inmunidad protectora de larga duración frente a los cuatro serotipos del virus para evitar el fenómeno de ADA. La ausencia de un modelo animal, el pobre conocimiento de la patogenia de la enfermedad y el escaso financiamiento para las investigaciones son factores que han influido negativamente en el desarrollo de una vacuna para dengue. Actualmente se cuenta con varios candidatos vacunales en diferentes fases de evaluación
Estas incluyen vacunas atenuadas por via convencional, vacunas quiméricas, vacunas ADN y recombinantes. No obstante todavía existen varios aspectos que requieren de mayor investigación. Una vacuna para dengue debe inducir una inmunidad protectora a los cuatro serotipos del virus de larga duración con el objetivo de evitar el fenómeno de ADE aún después de años de la infección primaria. 
Los primeros estudios realizados en humanos (niños y adultos) con la vacuna atenuada tetravalente sugieren que es segura e inmunogénica.
Hasta tanto se cuente con una vacuna segura, el control del vector será la única manera de disminuir la transmisión del dengue. El control de la transmisión del dengue es mas difícil hoy que con anterioridad cuando se consideran los factores de emergencia y re-emergencia del dengue. La pobreza, crecimiento de la poblacion, la urbanización no planificada, las migraciones y los viajes aéreos han alcanzado niveles nunca antes observados.
Los principios fundamentales para el control del vector y del dengue son la voluntad política (financiamiento, recursos humanos), mejoramiento de la infraestructura de salud y de los programas de control del vector, la coordinación intersectorial, la activa participación de la comunidad entre otros. Los ministerios de salud deben dirigir el control y establecer la vigilancia epidemiológica y entomologica así como las campa`nas para la educación de la comunidad. Es fundamental que la comunidad reconozca su responsabilidad en el control del dengue y al mismo tiempo lograr un cambio de conducta. 
La vigilancia integrada (vigilancia ambiental, vectorial, clínico epidemiológica con soporte de laboratorio) unido a una estrategia de control del vector donde la participación de la comunidad y la participación intersectorial son cruciales es la estrategia actual propuesta por las principales organizaciones internacionales para el control efectivo del dengue. La voluntad política es fundamental en esta estrategia.

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